sexta-feira, 19 de dezembro de 2008

VICTORIO SALA TOLO [BONANZA, 14/II/1892 - MONTREAL, 17/I/1983]

Acabámos de receber um texto muito comovente de Magaly Sala-Skup, filha de D. Victorio Sala, um grande amigo que Vieira de Sá conheceu no México e de quem nos fala em Viagem ao Correr da Pena (pp. 396 e ss.). Trata-se de alguém que foi um elemento essencial para a história do livro Lechería Tropical. Sem a sageza de D. Victorio Sala, o livro não teria sido editado (fora, entretanto, considerado «dispensável» pelas entidades portuguesas contactadas para a sua eventual edição no nosso país), não conheceria a extraordinária recepção em meios universitários da América Latina, nem aportaria a Cuba em formato de edição revolucionária.
Ilustramos o texto com fotografias da família Sala que a amabilidade de Magaly Sala-Skup também nos fez chegar.

Que belo testemunho este! Muito, muito obrigado, Magaly.

Victorio Sala Tolo nació el 14 de febrero de 1892 en Bonanza, un pueblo de los Pirineos, ubicado entre Cataluña, Aragón y Francia. Su sed de cambio y de justicia social se despertó desde muy joven. A los 15 años tuvo que salir de España por actividades anti-monárquicas! Profesor de formación, Victorio Sala dirigió durante muchos años una casa editorial en Barcelona, su ciudad de adopción, donde participó a la creación de sindicatos y partidos políticos de izquierda y luchó por la República, que defendió con toda su alma durante la Guerra Civil. Ocupó puestos de gran confianza en el Gobierno de Negrín, y jugó un notable papel en la lucha contra las fuerzas franquistas. Defendió Barcelona hasta el último momento, cuando tuvo que huir con sus hombres y la que fue su compañera de toda la vida, Antía Culebra.
Atravesó la frontera a pie, como tantos miles tuvieron que hacerlo, después de haber rechazado la oferta, por el puesto que ocupaba, de sacarlo de España en avión. Quiso compartir su destino con sus compañeros de lucha. Al llegar a Francia, lo aprehendieron los franceses y lo metieron a un campo de concentración en el Sur de Francia, cerca de Perpiñán, de donde logró escaparse gracias a la ayuda de campesinos franceses vecinos del campo. Embarcó hacia el exilio, a México, junto con Antía, en el barco Sinaya, nave que estuvo a punto de naufragar varias veces. En México, todos los refugiados españoles fueron recibidos con gran cariño y solidaridad, cosa que jamás olvidará, otorgándoles de inmediato la nacionalidad mexicana. Junto con varios otros intelectuales, fundó una casa editorial, Ediapasa, en México que fracasó cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. A partir de ese momento, vivió el recorrido de tantos miles y miles de refugiados en el mundo, tratando de sobrevivir como fuera. Victorio se descubrió entonces talentos de cocinero (el que jamás había cocinado) y abrió un restaurante en la calle Melchor Ocampo del D.F.
Un restaurante que por la excelencia de su comida y por la estatura humana e intelectual de Victorio y Antía se volvió un lugar de encuentro de grandes intelectuales que soñaban de un mundo mejor. Entre ellos el pintor mexicano Gironella, la esposa del muralista Siqueiros que venía a buscar regularmente comida para llevarle a su esposo que en esos momentos se encontraba en la cárcel, el escritor Gabriel García Márquez quien leía a sus amigos partes de su Cien años de soledad y el veterinario portugués Fernando Vieira de Sá y su esposa Maria Elvira, con quienes se desarrolló una entrañable amistad.
Victorio Sala Tolo, fue conocido no sólo por su lucha y su cocina pero también por su gran integridad, honestidad, generosidad y respeto del ser humano.

[Magaly Sala-Skup, 19-XII-2008]

1 comentário:

Anónimo disse...

Até que enfim,direi eu a mim próprio, porque só agora me decidi em fazer-lhe um curto e merecido Comentário ao seu Blog. O do F. Vieira de Sá:um novo projecto em tão provecta quanto sábia idade.

Um cidadão que eu bem conheço.Que já li em 3 obras literárias de mui bom folego literário,se assim me posso expressar.Que eu,entretanto, passei e ando admirar pelo seu percurso de vida e pela sua persistente coerência.E, diria, numa parte que me toca: pelos Amigos superiores que foi sabendo cultivar e escolher ao longo de uma longa vida.
Mais do que portuguesa. E,sobretudo, mais do que internacionalizada.

Portanto,mais do que atenta e solidária com tantos e tantos descamisados deste e de todos os mundos. Ao lado de quem se bateu pela dignidade humana,e com quem,desde sempre, vem vivendo e havendo.

Não importando tanto os elogios mas a obra que vai fazendo e dando a apreciar,direi que a qualidade e a resistência, ou, até a solidariedade universalista das suas mensagens,tocam-me. E são tocantes em bastante mais gente e pessoas do que estará a pensar.
Seja pela veia do seu profundo,humilde e racional humanismo.
Seja pela sua postura de cidadão do Mundo que, ao mundo, tudo deve.Mas ao Mundo de si,muito tem dado.




Caro Vieira de Sá,

afinal,haverá outro caminho?E que outra coisa, o mar de todos os descontentamentos sociais e injustiças da vida humana,lhe poderiam exigir que V.não seja capaz de compreender,partilhar e sentir connosco? E com todos os que o rodearam.Por este mundo,o real.

Saudações democráticas


António Neves Berbém