sábado, 2 de maio de 2015

«¡LEVANTEMOS NUESTRAS VOCES Y NUESTRA COPA PARA CELEBRAR LA VIDA DE AQUÉL QUE VIVIRÁ SIEMPRE EN NOSOTROS!»

Recebemos, no passado dia 26 de Março, uma sentida e comovente mensagem de Magaly Sala [filha de D. Victorio Sala, um grande amigo que Vieira de Sá conheceu no México e de quem nos fala em Viagem ao Correr da Pena (pp. 396 e ss.)] que aqui reproduzimos hoje com a devida autorização. Obrigado, Caríssima Amiga Magaly. 

Aproveitamos para responder à questão que nos coloca, informando todos os amigos que este blogue continuará aberto a outros depoimentos que, como este, queiram celebrar a vida do saudoso Amigo Vieira de Sá. Em breve contamos publicar o primeiro de vários depoimentos sobre a reconhecida importância do seu percurso profissional e os caminhos que desbravou e abriu para o futuro.


Muy estimado amigo Luis,

Es con profunda tristeza que acogemos la noticia y le agradecemos que haya pensado en nosotros. Gracias a usted, hemos podido seguir los acontecimientos de la vida de ese hombre excepcional. ¿Quedará su blog vigente todavía? Nos deja en él, un testimonio de un valor inestimable, que quisiera poder leer con atención.

Al irse, Fernando Viera de Sá deja un enorme vacío, tanto personal, como intelectual y humano. Pocas personas pudieron reunir, como lo hizo él, tantas cualidades. Hombre de ciencia, hombre de luchas, de integridad, escritor apasionado por el mundo y sus dolencias, solidario, generoso, revolucionario, y portador de esa gentileza y finura propias a un verdadero caballero. Los que como yo, tuvimos el privilegio de conocerle, junto con su maravillosa esposa, María Elvira, y de llamarlo amigo, de haberlo hecho parte de nuestras vidas, a pesar del tiempo y las distancias, podemos decir que él nos ha hecho ser mejores personas, por su ejemplo, sus ideas, su bondad y generosidad. Los males de la sociedad, las injusticias las vivía con profunda indignación y, con su pluma, arrojaba luz sobre las raíces de tales iniquidades. Su vivacidad, su sonrisa y buen humor, a lo que puedo ver, lo acompañaron hasta sus últimos días. ¡Levantemos nuestras voces y nuestra copa para celebrar la vida de aquél que vivirá siempre en nosotros! ¡Salud, amigo Fernando, siempre!

Muy cordial saludo,

Magaly Sala y familia

Montréal, Qc

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